Estas pruebas permiten evaluar la eficacia de trampas o dispositivos que utilizan atrayentes, como feromonas o cebos, para atraer a los artrópodos, funcionando como herramientas útiles para monitorizar la presencia de organismos diana y combatirlos reduciendo el uso de insecticidas.
Al igual que los repelentes, los atrayentes pueden evaluarse en pruebas de laboratorio o en ensayos de campo.
Actualmente, bajo el Reglamento de Productos Biocidas (BPR), los atrayentes tienen que estar registrados para ser comercializados, lo cual no había sido necesario hasta ahora.