Las pruebas de uso simulado se utilizan para evaluar la eficacia y la durabilidad de los repelentes bajo condiciones reales mediante la simulación de escenarios en los que los individuos, superficies o entornos se tratan con el repelente.
Se analiza entonces el comportamiento de los artrópodos una vez quedan expuestos al repelente, lo cual provee información útil sobre el desempeño de los repelentes en situaciones prácticas.